Josu Jon Imaz: “Apelo a la implicación, inteligencia y conocimiento de todos”

1.    En poco más de dos años ha pasado Vd. de su alejamiento como investigador visitante en Harvard a presidente de Petronor y del Cluster Vasco de la Energía, y director ejecutivo de Refino-España y Repsol-Nuevas Energías. ¿Es un golpe de trabajo o es su ritmo habitual?

Es en primer lugar la consecuencia de la oportunidad que Petronor y Repsol me dieron de retomar mi vida profesional tras más de trece años en el ámbito público. A partir de ahí, trabajo, ilusión y un buen equipo es lo que me ha permitido llevar adelante estos proyectos, y espero que me ayuden a hacerlo también en un futuro.

2.    Es Vd. al mismo tiempo director ejecutivo de Refino y de Nuevas Energías. ¿No teme terminar un tanto esquizofrénico?

Si alguien quiere utilizar las Nuevas Energías en nuestra sociedad para enfrentarlas al mundo del petróleo y del gas, esta doble función es un buen símbolo. Vivimos en un mundo en el que todas las energías van a ser necesarias para garantizar el bienestar a un número creciente de personas. Las necesitamos a todas. El reto está en mejorar la competitividad y en reducir la afección medioambiental de todas ellas, para que el mundo tenga desarrollo, y además sea sostenible. No es por tanto esquizofrenia. Es necesidad.

3.    En su primera  casa de Petronor ya le echan de menos. ¿Es Vd. tan buen chico como lo pintan?

No me deberían echar de menos, porque sigo siendo también “de Petronor”, aunque mi ámbito de responsabilidad alcance ahora también a las refinerías de Cartagena, A Coruña, Puertollano y Tarragona. En Petronor me he encontrado un grupo de personas con una magnífica cultura del esfuerzo y de hacer bien las cosas. He aprendido mucho de ellas, y procuraré ir con frecuencia, porque soy yo el que en caso contrario las echaría de menos.

4.    En alguna de sus anteriores reencarnaciones apostaba Vd. por seducir a la sociedad. ¿Qué tiene la energía de seductora?

El desarrollo humano no es concebible sin energía. Este desarrollo es el que ha permitido incrementar la esperanza media de vida de las personas en un siglo, mejorar la salud, el que cada vez más personas accedan a la educación, el que podamos viajar, tener alimentos para un mayor número de personas…Una de los factores más importantes que ha permitido el salto desde la generación de nuestros abuelos hasta la actual ha sido la disponibilidad de energía, principalmente de origen fósil. ¿No es eso un buen motivo para hacerla seductora? Cada año, millones de personas mejoran sus estándares de vida en los países emergentes. Sólo la disponibilidad de energía puede hacer posible que esta mejora continúe.

5.    Seductora o no, parece evidente que la energía está de moda y en boca de todos. ¿Esto es bueno o es malo?

Es bueno porque indica que la importancia de la energía para garantizar el desarrollo humano es real. Lo que creo que es necesario es que todos mantengamos una coherencia entre el modo de vida al que aspiramos y que queremos para nuestros hijos, con los medios necesarios para ello. La industria y la energía son los que han dado riqueza a esta sociedad, y son los que pueden garantizarla a futuro. Nuestros abuelos vivían en general en una sociedad agrícola o ganadera, con estándares de vida pobres. Nuestros padres trabajaron en la industria, y trabajando muchas horas-extra, consiguieron que sus hijos pudieran estudiar para tener un futuro. Si renegamos de la industria y le ponemos dificultades hasta hacerla desaparecer, nos exponemos a que la generación mejor formada de nuestra historia tenga que trabajar cobrando la mitad de lo que sus padres con menos formación cobraban, trabajando en la caja de un hipermercado. Necesitamos actividad industrial que cree valor en la sociedad, y el refino y otras actividades industriales permiten crear futuro para las siguientes generaciones en los lugares en los que están implantados.

6.    El petróleo ha pasado de ser “oro negro” a ser simplemente “negro”. ¿De qué color lo ve Vd.?

Hace unos días, en una reunión que mantuve en Tarragona, un representante institucional me decía que cuando era niño, en un pueblo del interior de Cataluña que tenía una fábrica, su padre que era trabajador de esa factoría le decía: “Hijo, mientras salga humo por la chimenea, podrás estudiar”. Me parece una imagen preciosa. Nuestra función es hoy en día, por supuesto, que lo que salga por esa chimenea se ajuste a los criterios medioambientales más estrictos, pero también que esa chimenea siga con actividad. El petróleo, en este caso el refino, permite que ese futuro no sea negro para mucha gente. Permite también que cada vez tengamos medios de transporte más eficientes y menos contaminantes. Atrás quedan las gasolinas con plomo o las emisiones de óxido de azufre en los coches, gracias a un esfuerzo tecnológico impresionante en las refinerías. El sector del refino es también uno de los que, gracias a la cada vez mayor eficiencia de las refinerías, contribuye en mayor medida a que podamos ir disminuyendo nuestras emisiones de CO2.

7.    La sostenibilidad energética… ¿es cuestión de reivindicación ecológica, inversión tecnológica, comunicación mediática o pedagogía social?

Es una necesidad. Sostenibilidad es, según la definición del Informe Bruntland de Naciones Unidas, el que podamos alcanzar un desarrollo económico y social en nuestra generación, sin condicionar la posibilidad de que la siguiente generación pueda hacerlo también. Para ello primero hace falta desarrollo económico, y eso sólo se consigue con energía competitiva. Si no tenemos energía competitiva, a buen precio, en nuestra sociedad, no tendremos industria, transporte y logística competitiva, y el futuro será, entonces sí, negro para las futuras generaciones. Además, el desarrollo social exige garantía de suministro, energía suficiente en definitiva, para que el mundo se pueda desarrollar y los que hoy no tienen nuestros estándares de vida los alcancen. Y todo ello debemos hacerlo con respeto medioambiental, para no hipotecar a las futuras generaciones. Por eso debemos diversificar las fuentes de energía, apostando como Repsol lo está haciendo, por energías complementarias que nos permitan cubrir la demanda creciente., y a su vez mejorar la eficiencia de nuestras instalaciones para que  disminuyamos de forma creciente nuestras emisiones de CO2.

8.    ¿Será Vd. de los primeros en comprarse un coche eléctrico o aguantará como los viejos rockeros?

Mi coche es diesel, y quiero recordar que el gas-oil, es hoy por hoy en todo su ciclo de vida, uno de los combustibles con menores emisiones de CO2. Hay en nuestro mercado bioetanoles que emiten más CO2 que el gasoil, si consideramos el conjunto del ciclo de vida, desde el tractor del agricultor que siembra el maíz en Iowa hasta el depósito del coche. Por eso, la apuesta de Repsol en las nuevas energías será siempre a favor de biocombustibles que garanticen la sostenibilidad, como el reciente acuerdo que hemos establecido con KUO para producir aceite de jatrofa. El vehículo eléctrico va a tener su nicho los próximos años, mejorará la sostenibilidad en entornos urbanos, y Repsol va a estar también en ese negocio, porque nuestra misión es aportar energía para el transporte y la movilidad de modo eficiente y sostenible.

9.    ¿Qué  cree que esperan de Vd. los 4.000 trabajadores de Refino-España?

Creo que tenemos una organización con personas de gran valía, comprometidas con el proyecto, formadas y con una cultura de hacer bien las cosas. La organización que ha dirigido magníficamente César Gallo nos ha permitido llegar hasta aquí. En un entorno que está cambiando, debemos poner objetivos y aprovechar la inteligencia de todas las personas de la organización para llevarlos adelante. No sé exactamente que esperarán ellos. Si sé lo que quiero yo. Apelo a su implicación y a su conocimiento. Este reto en un entorno complejo para el refino, no lo vamos a sacar con la inteligencia y el trabajo del Directo Ejecutivo, y ni siquiera con la inteligencia y el trabajo de los directores y los jefes de departamento o de área. Necesitamos la inteligencia y el conocimiento de todas las personas. Todos debemos pensar y actuar, cada uno o una en el ámbito que nos corresponde.

10.    Y ¿qué espera Vd. de ellos?

Exactamente eso. Que no seamos una organización en la que unos piensan y deciden y otros ejecutan. Por supuesto que en una instalación en la que la seguridad industrial y de las personas es lo básico, el cumplimiento de los procedimientos es indispensable. Pero la inteligencia de la organización está en las personas de jornada normal y en las personas del turno. En los operadores y en los jefes de departamento. En los administrativos y en los directivos. Y en los tiempos complejos y difíciles que vienen, la necesitamos toda ella. Más que a ofrecer, lo que vengo es a apelar y a pedir.

11.    Quienes le conocen aseguran que le gusta la cartografía y es montañero consumado. ¿Su hoja de ruta funciona con GPS o a impulsos de los astros?

Me gusta más la brújula que el GPS. Ayuda a tener objetivos claros en la montaña y perseguirlos, pero da un poco más de flexibilidad a la hora de elegir las rutas y de modificar las mismas en función de los obstáculos y las circunstancias. Y no nos olvidemos del cielo. El sol de día y la luna de noche son buenas guías, a falta de otras. También un poco de musgo en un lateral de un árbol nos indica claramente donde está el norte. Por cierto, tanto el GPS como la brújula que tengo están fabricados con materiales derivados del petróleo, así como la cantimplora, la mochila y la ropa de montaña.

12.    Para terminar, ¿qué llevaría Vd. a una isla sin petróleo?

A mi mujer Virginia, y a mis hijos Asier, Oihana y Nikole. Aunque prefiero que mis hijos vivan en un mundo con petróleo. Van al colegio diariamente en un autobús que mueve el petróleo, nacieron en un hospital en el que muchos objetos fabricados con materiales derivados del petróleo les ayudaron a nacer sanos, se visten con fibras derivadas del petróleo y la pequeña Nikole de 4 años se acuesta con un osito y juega con un balón que están fabricados con petróleo. Así que preferiría que no nos tuviésemos que ir a esa isla. Pero bueno, si me obligan a ir, me los llevo.