La planta de coque asegura la competitividad de Petronor

La crisis económica mundial de 2008 se ha llevado por delante nada menos que 33 refinerías europeas en los últimos 9 años. Es lo que previsiblemente hubiera podido ocurrir en Petronor de no haberse llevado a cabo entre 2008 y 2011 la mayor inversión industrial de Euskadi: más de 1.000 millones de euros, entre Repsol y Kutxabank, que hicieron posible la construcción de la Unidad de Reducción de Fuel Oil, popularmente conocida como planta de coque.

La no adecuación al mercado, la ausencia de inversión a tiempo y, consecuentemente, la falta de competitividad han traído consigo el cierre de 33 refinerías en 11 Estados de Europa. Concretamente, siete en Reino Unido y Francia, cinco en Italia, cuatro en Ucrania, tres en Rumania, dos en Alemania y una en Chequia, España, Macedonia, Serbia y Suiza.

Petronor nació hace 50 años para asegurar el suministro de fuelóleo a la Térmica de Santurtzi. Medio siglo más tarde, el mercado ha reducido sustancialmente la demanda de fuelóleo por las exigencias medioambientales de las directivas de la Unión Europea, y la constante histórica de Petronor no ha sido otra que la adecuación al mercado, disminuyendo década tras década la producción de fuel y aumentando la de gasolinas, gasoil y otros derivados de mayor valor añadido.