Petronor está liderando el mayor proyecto industrial vasco, su planta de URF, que supone una inversión de 835 millones de euros para la adecuación de esta refinería a las necesidades del mercado, tratando de conseguir productos de mayor valor añadido. Pero esta apuesta actual es una más de las que a lo largo de su historia ha tenido Petronor, que ya en el año 1986 fue la primera refinería del Estado en producir gasolina sin plomo. Esta estrategia de diferenciación es una constante que va desde desarrollos innovadores en el ámbito tecnológico como catalizadores que mejoren los rendimientos de sus instalaciones a nuevos diseños de equipos o aplicaciones avanzadas de control de proceso.
El director general de Petronor, Víctor Pérez de Guezuraga, destaca que la puesta en funcionamiento a lo largo de 2011 de su nueva planta de URF es uno de los hitos industriales del País Vasco, algo que va a servir a esta empresa a “seguir siendo competitivos y poder continuar acometiendo inversiones para contribuir con la sociedad en la generación de riqueza y empleo”.
– La innovación es una constante en Petronor. ¿Qué supone la construcción de la planta de URF en ese aspecto?
La nueva planta de URF es un gran proyecto industrial que supone la adecuación de Petronor a las necesidades del mercado mediante la incorporación del proceso de coquización retardada. De esta forma, se va a adecuar la estructura de producción de la refinería a la realidad del mercado, marcada por una significativa reducción del consumo de fuelóleo y por la mayor exigencia de calidad de los combustibles más demandados, gasolina y gasóleo. Así, procesando una materia prima más abundante, es decir, crudos más pesados, vamos a obtener unos productos mejores desde el punto de vista medioambiental, al estar exentos de los contaminantes, nitrógeno y azufre, habituales del fuelóleo. Además, aproximadamente un tercio de la capacidad de la planta se transformará en gases de refinería totalmente limpios que permitirán disminuir la cantidad de fuelóleo consumido en nuestros procesos de combustión.
Procesando la misma cantidad de crudo que en la actualidad, vamos a poner en el mercado una cantidad adicional de gasóleo que cumple con las más severas especificaciones medioambientales, y del que España es deficitario y por tanto está obligado a importarlo. De esta forma reduciremos nuestra dependencia del mercado exterior en la medida que pasaremos a importar una menor cantidad tanto de materia prima como de producto refinado. Así mismo, se va a obtener un nuevo producto habitual en el sector, el coque de petróleo, ampliando nuestro catálogo de productos comerciales cuyo destino principal es la industria cementera y el sector eléctrico.
– ¿Cómo afectará al medio ambiente?
En el diseño de esta planta se han incorporado las mejores soluciones técnicas disponibles para conseguir la máxima eficiencia energética y respeto al medio ambiente, todo lo cual ha supuesto acometer una inversión que, por todos los conceptos, se eleva a 835 millones de euros. De esta forma, con este proyecto industrial innovador, Petronor va a poder seguir siendo una empresa sostenible ambientalmente, tal como, entre otros, ha reconocido el Banco Europeo de Inversiones contribuyendo a su financiación por importe de 400 millones de euros.
– Otro de los hitos de este año es la nueva planta de cogeneración. ¿Qué significa para Petronor?
Con este nuevo proyecto que acabamos de poner en marcha, Petronor va a ser energéticamente autosuficiente al alcanzar una capacidad total de producción eléctrica de 92 MW, lo cual, dicho sea de paso, representa el 3,8% de toda la electricidad generada en la Comunidad Autónoma del País Vasco. Este aumento de generación eléctrica a través del proceso de cogeneración, que es una de las seis fuentes que la administración pública considera de “régimen especial” junto con otras renovables, va a suponer una mejora de nuestra eficiencia energética además de convertirnos en exportador de electricidad al verter a la red el excedente que no consumimos en nuestra actividad de refino. Verdaderamente, al igual que en el caso del URF, ha supuesto un esfuerzo inversor importante, pero el desembolso económico realizado, que por todos los conceptos se ha elevado a 83,5 millones de euros, ha merecido la pena, considerando tanto los aspectos medioambientales derivados del consumo exclusivo de gas natural (combustible limpio por su ausencia de azufre) como la garantía de suministro que nos va a proporcionar, lo cual evitará posibles incidencias que nunca son deseables en un proceso continuo como el nuestro.
– ¿En qué aspectos innovadores trabaja su unidad de I+D?
Petronor está integrada en el área de Refino del grupo Repsol, y la compañía dispone de una dirección específica que gestiona el Centro de Tecnología. Todos los estudios que se realizan para implantar proyectos de innovación se acometen coordinadamente y los desarrollos están adaptados a las necesidades de nuestra refinería. De esta forma nos aseguramos que estamos permanentemente mejorando nuestros procesos, productos, tecnologías, etc., dado que este centro es el que nos transfiere las innovaciones necesarias en la actividad de refino. Además Petronor lidera otros desarrollos innovadores en el ámbito tecnológico como catalizadores que mejoren los rendimientos de nuestras instalaciones, nuevos diseños de equipos en coordinación con los licenciatarios, aplicaciones avanzadas de control de proceso, etc. Incluso alguno de los proyectos de I+D liderados por Petronor se presentan a organismos, como es el caso de una parte del Proyecto URF incorporado al Programa INNOTEK, quien ha reconocido las características innovadoras de este proyecto.
– Una preocupación para su empresa es la eficiencia energética. ¿Qué inversión le ocupará este proyecto de mejora?
Somos conscientes de que en una situación de escasez de recursos la energía está jugando un papel fundamental y va a ser un factor claro de competitividad. Por este motivo estamos focalizados en mejorar la eficiencia energética de nuestra actividad. Supone un reto y una oportunidad. De ahí nuestra apuesta clara y decidida para conseguir mayores ahorros de consumos, tanto mediante acciones operativas como por la ejecución de nuevos proyectos. Dentro de éstos en el año 2010, además de la planta de cogeneración, hemos acometido diversas inversiones que han supuesto un desembolso de casi 9 millones de euros, y con el que vamos a poder conseguir un ahorro de 20.000 toneladas de combustible y una reducción del orden de 60.000 toneladas de CO2 anuales, así como la reducción de emisiones de efecto invernadero que contribuirán a mitigar los efectos del cambio climático.
Disponemos a su vez de un plan trienal para el período 2011–2013 en el que contemplamos nuevas inversiones que ascienden a más de 16 millones de euros y con las que esperamos conseguir reducir otras 30.000 toneladas de combustible al año y del entorno de 100.000 toneladas más de CO2. Y todo esto sin incluir la aportación de las medidas de eficiencia operativa que estamos implantando y que van a aportar también unos resultados muy relevantes. Para ello hemos innovado en aspectos organizacionales y hace dos años implantamos unas estructuras transversales para la optimización de las instalaciones, que actualmente están centrando su atención precisamente en los aspectos de eficiencia energética.
– ¿Qué balance hace de este año que ahora concluye?
La caída de la demanda provocada por la fuerte recesión mundial que se inició en 2008, supuso que en nuestro sector de refino el pasado año 2009 fuese ciertamente malo, produciéndose un punto de inflexión en todos los parámetros críticos que influyen en nuestra actividad, lo cual consecuentemente nos llevó a unos resultados inferiores a los de los últimos años. El ejercicio 2010 que termina se ha caracterizado por una atenuación de esta caída. Si bien se han producido pequeñas mejoras en los márgenes de refino, la demanda y las ventas no han recuperado los niveles alcanzados antes del inicio de la crisis. Se puede decir que seguimos en una situación de debilidad que obedece a una lenta recuperación efectiva de la demanda en un escenario de alta capacidad de refino disponible. El mercado del petróleo está globalizado y hay bastantes variables que oscilan y sobre las que no tenemos acción directa, pero hay muchas otras sobre las que podemos incidir y son éstas las que nos van a permitir seguir compitiendo. La calidad de los productos que fabricamos está al nivel de las más exigentes especificaciones tanto europeas como americanas, por lo que debemos centrarnos en los costes, no solo los energéticos, de forma que podamos ofrecer unos combustibles más atractivos para el consumidor. De esta forma seguiremos siendo competitivos y podremos continuar acometiendo inversiones para contribuir con la sociedad en la generación de riqueza y empleo.
– ¿Cuáles son los objetivos para 2011, además de la puesta en marcha de la URF?
Efectivamente, además de la entrada en operación de las nuevas unidades en la que gran parte de nuestra organización va a estar centrada, tenemos fijados otros objetivos que van a requerir no sólo esfuerzo sino grandes dosis de innovación. Nuestros retos para conseguir unos mejores resultados se vertebran en cuatro ejes principales: seguridad, medioambiente, eficiencia energética, y costes y mejora operativa. En los dos primeros estamos en unos niveles muy buenos pero no podemos confiarnos ni mucho menos relajarnos; tanto en seguridad personal como industrial podemos seguir mejorando apoyándonos todavía más en la prevención. En medioambiente nuestros parámetros están dentro de los límites recogidos en la exigente legislación ambiental y en la Autorización Ambiental Integrada, pero su cumplimiento requiere una vigilancia y control permanente. En eficiencia energética debemos consolidar las acciones que estamos implantando y otras derivadas de una mejor gestión de los recursos que nos permita reducir, las emisiones de CO2. Y en costes y mejora operativa debemos seguir optimizando todos los conceptos que afectan a nuestra rentabilidad, sin menoscabar el nivel de nuestra actividad, para conseguir la máxima fiabilidad y utilización de nuestras instalaciones. En una palabra estamos apuntando a ser excelentes por la vía de ser más eficientes. Todas nuestras personas están aplicando su inteligencia y trabajo para conseguirlo, tratando de hacer cada día las cosas mejor y de forma diferente. Y es que como dice el profesor de MIT, Michael Schrage, “innovar no es tener grandes ideas, sino hacerla útiles”.
Mikel Sota
ESTRATEGIA EMPRESARIAL
Guía de la Innovación en el País Vasco
Diciembre 2010