Fundación Repsol presentó, ayer, la tercera edición del Indicador Social Repsol de Eficiencia Energética (ISE²-R), en Madrid.
César Gallo, vicepresidente de Fundación Repsol, expuso las principales conclusiones del informe del Indicador Social de Eficiencia Energética Repsol 2013. Este estudio se ha realizado a través del Observatorio de Energía, puesto en marcha en 2009 por Fundación Repsol, como muestra de su compromiso social hacia un nuevo modelo energético sostenible. Este indicador pionero es una herramienta que cuantifica desde una perspectiva social cómo los ciudadanos perciben la eficiencia energética y permite, a partir del análisis y entendimiento de sus conocimientos, actitudes y comportamientos, diseñar los planes y medidas adecuados.
En esta nueva edición del estudio se ha analizado también cómo la crisis económica afecta a los patrones de actitud y comportamiento frente a la eficiencia energética y el ahorro. Según el informe el 80% de la población piensa que la crisis ha influído mucho en los hábitos o actitudes de la sociedad sobre consumo energético. Además, los más sensibles a los efectos de la crisis se han visto forzados a modificar sus hábitos de consumo de nergía y un 75% ahorra, aunque le suponga pérdida de confort.
Gracias a esta herramienta hemos podido conocer que el consumo del ciudadano, en su hogar y en su coche, constituye casi el 40% de la demanda de energía en España. Aparte, el ciudadano no percibe su repsonsabilidad en el consumo diario para la mejora de eficiencia energética y considera que la información debe proceder de Administraciones Públicas y companías energéticas.
Además de estos datos el informe propone 16 recomendaciones, para contribuir a hacer frente al reto social de la eficiencia energética, en tres ejes: movilizar e implicar al ciudadano, romper los mitos y barreras, y realizar un esfuerzo conjunto y coordinado de todos los agentes.
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