La Virgen del Socorro volvió ayer a su ermita en la tradicional procesión de la romería del Socorrillo -celebrada este fin de semana en Pobeña– tras pasar 27 días en la iglesia de San Nicolás de Bari.
Decenas de vecinos custodiaron a la patrona de pescadores y marineros, desde la iglesia de San Nicolás de Bari, en su camino de vuelta a la ermita. Al igual que en la romería del Socorro, durante la procesión se le arrojaron pétalos de rosa, se le bailó un aurresku y se la acercó a visitar a los aitites y amamas de la Residencia de Pobeña. Posteriormente hubo una misa mayor en su honor.
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