Durante 2015 los indicadores industriales y de actividad de la compañía experimentaron significativos crecimientos. Por una parte la producción de hidrocarburos se situó en el último trimestre del año en 697.500 barriles equivalentes de petróleo al día, lo que supone un aumento del 88% respecto al mismo periodo de 2014. Las reservas probadas aumentaron en 2015 un 54%, hasta alcanzar los 2.373 millones de barriles equivalentes de petróleo, y el indicador de margen de refino se situó en 8,5 dólares/barril, el doble del conseguido en el ejercicio anterior.
El área de Downstream tuvo un comportamiento excelente durante 2015, con un incremento de su resultado neto ajustado del 113%, hasta alcanzar 2150 millones de euros, apoyado en los márgenes de refino y química, e impulsado por las inversiones en eficiencia y mejora operativa acometidas durante los últimos ejercicios.
El entorno se caracterizó por un nivel muy deprimido de precios de petróleo y gas, por lo que Repsol decidió realizar provisiones extraordinarias de 2.957 millones de euros, que situaron el resultado neto en -1.227 millones de euros.
En respuesta al actual entorno, en 2016 Repsol ha puesto en marcha medidas adicionales para reforzar sus objetivos estratégicos, entre las que se incluyen, aumentar a 400 millones de dólares las sinergias derivadas de la integración de Talisman, frente a los 220 millones iniciales; reducir en un 20% adicional (1.800 millones de euros) las inversiones en el período 2016-2017; y profundizar en el programa de eficiencias, hasta conseguir, en 2016, un total de 1.100 millones de euros (incluidas sinergias).
El Consejo de Administración de Repsol ha acordado proponer a la próxima Junta General de Accionistas el pago de una retribución como dividendo complementario de un importe equivalente a 0,30 euros por acción bajo el Programa “Repsol Dividendo Flexible”.