El objetivo de REFILOC es monitorizar en tiempo real la actividad de las personas en toda la planta para que, en caso de que se produzca una emergencia, tener la certeza de que nadie se ha quedado dentro de un área determinada o, si fuera el caso, tenerlo localizado para proceder a su evacuación.
Tres son las funcionalidades principales del sistema:
1. Localización de personas en planta: dentro y fuera de espacios confinados.
2. Detección de situaciones de emergencia: botón de pánico, “dispositivo inmóvil”.
3. Detección remota de zonas con gases letales.
Gracias a este sistema podemos saber cuántas personas hay dentro de un espacio confinado y quiénes son. Además, el sistema de autorización de entrada (baliza con display) avisa si esa persona tiene o no permisos para el acceso a dicho espacio.
Cuando las personas están fuera de los espacios confinados, mediante las balizas repartidas por la planta, el sistema es capaz de geolocalizarlas, de manera que si una de ellas activa el botón de emergencia que lleva incorporado la pulsera, salta una alarma en el centro de control y se puede avisar de forma precisa al equipo de emergencias para que acuda en su ayuda.
El sistema cuenta con 3 dispositivos:
-Las pulseras: Al fichar con ellas en el control de acceso colocado en la entrada a los espacios confinados se detecta si la persona está autorizada para entrar y se envía una señal al sistema central para que se sepa que ha accedido al interior. Estas pulseras disponen además de un botón de pánico, detector de movimiento y geolocalización.
-Las balizas: Tienen dos funciones principales; la geolocalización de las pulseras y la funda sensora, y la comunicación de toda la información que éstas generan al centro de control. Además, aquellas balizas que se encuentran a la entrada de espacios confinados, funcionan también como gestores de permisos de entrada, y ayudan al vigilante de seguridad a saber cuántas personas hay dentro del espacio confinado mediante un display.
-Funda Sensora: se coloca en el detector de gases o “canario”. En caso de que haya presencia de gases nocivos el detector pita y vibra, la funda detecta esta situación y envía una señal directamente a la baliza más cercana, quien a su vez manda el mensaje a la nube y de ahí a una consola central –ubicada en una caseta en el URF-, donde se controla todo el sistema. De esta manera, un detector que inicialmente es local, se convierte en un detector online.
Aprovechando la Parada del URF se ha estado realizando la prueba industrial del sistema en dicha unidad. Se han colocado unas 100 balizas y se han repartido entre personal propio y trabajadores de contratas 700 pulseras y 50 fundas sensoras.