El petróleo, una materia especialmente prima sensible a la inestabilidad geopolítica, lleva meses envuelta en una espiral alcista. La subida del precio del crudo tendrá múltiples consecuencias para la marcha de la economía española, como país importador del 99% del petróleo que consume. Esta situación tendrá efectos negativos en el consumo, en la creación de empleo, en la recaudación de tributos, y también en el objetivo del cumplimiento del déficit y el avance del Producto Interior Bruto (PIB).
Sin embargo, esta situación es beneficiosa para las empresas ligadas al sector Oil&Gas, casi un centenar en Euskadi. El repunte del precio del petróleo aumenta los márgenes de negocio de las petroleras. En este sentido, a Petronor le supone una revalorización de sus productos almacenados. Es decir, influye en el efecto patrimonial, que es la diferencia entre el precio al que se ha comprado el crudo que se guarda durante meses en los tanques de combustible y su valor de mercado en el cierre del ejercicio. En 2018, “siempre que el precio del crudo mantenga los niveles hasta final de año, el efecto patrimonial será positivo”, comenta Arredondo.