Cuenta la leyenda que el capitán Pedro de Llano, vecino de Muskiz, tras sobrevivir a una tempestad en el Caribe a bordo del paquebote El Colón, prometió construir una ermita en Pobeña en honor a la Virgen del Socorro. La ermita alberga un cuadro que representa esta historia y que está datado el 15 de octubre de 1768. Por ello, 1768 ha sido tomado como año de construcción del templo, aunque probablemente si en octubre de ese año aconteció dicha historia, la ermita se construiría tiempo después. Así pues la ermita de Pobeña no alcanzaría los 250 años, pero casi; tiempo que no ha pasado sin dejar huella en su estructura, cada vez más deteriorada.
La ermita fue reformada en 1859 -cuando se añadió la espadaña-, y nuevamente en los años 80 del siglo XX. Aun así hoy día presenta un claro deterioro de su estructura debido fundamentalmente a la acción continuada de los xilófagos. La Asociación de Vecinos de Pobeña lleva años realizando colectas y sorteos para recaudar fondos de cara a rehabilitarla, y ha logrado ir realizando obras de mejora, pero todavía queda mucho trabajo por hacer para completar su rehabilitación.
Con el fin de continuar recaudando fondos para este causa y aprovechando el “casi” 250 cumpleaños de la ermita, los vecinos de Pobeña organizaron el sábado una fiesta que contó con el apoyo del Ayuntamiento de Muskiz, Petronor y la Agrupación de Hospitaleros voluntarios del Camino de Santiago. Se celebró una misa en la ermita, hubo trikipoteo por los establecimientos hosteleros del enclave, se hizo una comida popular en torno a una paella gigante para unos setenta comensales, y también hubo verbena.