La compañía fabricará y comercializará sus lubricantes en México a través de Bardahl, marca de amplio reconocimiento y con una dilatada experiencia, que posee una de las plantas de producción más modernas de Latinoamérica y una extensa red de distribución en todo el país.
La operación se enmarca dentro del plan de crecimiento del área de Lubricantes de Repsol, que duplicará su volumen de ventas, hasta las 300.000 toneladas en 2021, un 70% de ellas provenientes del negocio internacional.
México se convertirá en uno de los principales mercados de lubricantes para Repsol y en un centro productivo de estos productos de Repsol para Latinoamérica. Esta operación se suma al ambicioso plan de apertura de estaciones de servicio de la compañía en el país.
La adquisición está alineada con el Plan Estratégico de Repsol, que prevé 1.500 millones de euros de inversión hasta 2020 para la expansión internacional de los negocios de petroquímica, estaciones de servicio, lubricantes y trading.