El diccionario contiene pictogramas que muestran las dolencias más comunes que puede tener una persona. Cada dolencia está figurada en un dibujo, -sin género, raza y con movilidades diferentes- lo que facilita que el paciente con autismo pueda comunicarse con su médico más fácilmente, sin necesidad de ir acompañado o tener intermediarios.
La idea surgió a raíz de un trabajo de clase que tuvieron que hacer 5 estudiantes de técnico de laboratorio de San José de Calasanz, donde debían llevar a cabo un proyecto para humanizar la sanidad. De esta manera, se les ocurrió realizar este diccionario y, tras hablar con APNABI (Asociación de familias de personas afectadas de Trastorno del Espectro Autista), que ya trabajaba con pictogramas para identificar el tiempo, la ropa…, decidieron enfocar su proyecto a este colectivo y hacerlo realidad.
Así nació Piktegi. Se constituyeron como asociación en Abanto Zierbena y trasladaron su iniciativa a Petronor, quien ha subvencionado la totalidad de los gastos del proyecto.
Si bien es cierto que este diccionario genérico no está preparado para todos los grados de autismo, Ariane, Irati, Eider, Alain e Iraide esperan que “aunque sean dibujos enfocados al autismo, puedan ser usados por otros colectivos o personas a las que les resulte útil”.