En su último informe, la Transition Pathway Initiative (TPI), asociación con sede en Londres respaldada por un grupo de 50 inversores que gestionan una cartera de activos de más de 15 billones de dólares (unos 13,6 billones de euros), destaca a la compañía multienergía española y a la anglo-holandesa como las únicas empresas del sector con unas ambiciones en línea con las aspiraciones asumidas por los gobiernos nacionales en París en 2015 de limitar a dos grados centígrados el incremento de la temperatura media global del planeta respecto a los niveles preindustriales.
La compañía presidida por Antonio Brufau tiene una ‘hoja de ruta’ para alcanzar el objetivo de reducir su intensidad de carbono (CO2) un 40% en el año 2040. En este sentido, en el periodo 2006-2018 ha conseguido reducir sus emisiones en 4,9 millones de toneladas de CO2 en sus procesos y actividades y, como palancas para esa reducción, cuenta con un plan de eficiencia a 2025 y apuesta por el impulso del gas natural.