Con la fabricación de este nuevo tipo de fuel bajo en azufre, Petronor adecúa su producción a las exigencias de la Organización Internacional Marítima. De hecho, fue la propia IMO (International Maritime Organization) la que estableció que, a partir 2020, el fuel que debían quemar los buques habría de pasar de una concentración de azufre del 3,5% al 0,5%, con la excepción de los barcos que dispusieran de depuradoras específicas para limpiar los gases de combustión. Sin embargo, dado que la utilización de estos sistemas de depuración, conocidos en el sector como “scrubbers”, es muy minoritaria en el tráfico marítimo mundial, la consiguiente fabricación de fueles con apenas 0,5% de azufre supone uno de los cambios más significativos en la historia reciente del sector de refino.
Petronor, que surgió en 1968 como fabricante de fuel para la alimentación de las térmicas vascas destinadas a la generación eléctrica, no ha dejado en estos más de cincuenta años de adecuarse a las exigencias del mercado. De la fabricación inicial de fuel industrial convencional, pasó a protagonizar los combustibles de movilidad (gasolinas y gasóleos); fue en 1995 la primera refinería en fabricar gasolina sin plomo; en 2011 puso en marcha la planta de coque o Unidad de Reducción de Fuel para adecuar su producción a la cesta demandada por el mercado; últimamente ha puesto el foco en la producción de hidrógeno y, hace apenas 15 días, el Consejo de Administración confirmó su apuesta por la generación eléctrica distribuida. La fabricación de fuel con muy bajo contenido en azufre se inserta en esta vocación de empresa multienergética.