Desde la declaración del estado de alarma ante el reto sanitario que ha supuesto la pandemia de la Covid-19, las compañías socias de AOP han mantenido al menos un 96% de las estaciones de servicio y las nueve refinerías operativas a pesar de descensos del consumo de combustibles, en algunos casos, de hasta el 80 y el 90%.
Sostener la actividad, conservar el empleo y garantizar las máximas condiciones de seguridad han sido las premisas de las seis compañías, pero el descenso de la demanda también ha supuesto un duro golpe para todo el sector, considerado por el Gobierno como actividad esencial por su papel para garantizar el suministro de combustibles a todas las demás actividades esenciales, incluidos servicios de salud, fuerzas y cuerpos de seguridad y transporte de mercancías, entre otros.