El esquema propuesto por el proyecto de Petronor presentado este lunes permite la producción de 8.000 litros al día de combustibles líquidos capaces de sustituir a los actuales (gasolinas, gasóleos y querosenos) con la ventaja de que la huella de carbono asociada es nula si se emplea hidrógeno renovable.
Se trata de una planta de demostración industrial que va a permitir desarrollar la tecnología y adquirir las capacidades necesarias para estar en condiciones de desarrollar una planta a escala comercial. Es una de las primeras plantas del mundo de estas características.
La inversión estimada del proyecto en su conjunto (planta de e-fuels más electrolizador para generar el hidrógeno necesario) es de 58,6 millones de euros (41,5 millones la planta de e-fuels y 17,1 el electrolizador).
Una ventaja de los e-fuels es que permiten una potente solución de descarbonización de forma inmediata, ya que no es necesario construir una nueva infraestructura de suministro, ni renovar completamente la flota de vehículos capaces de emplear esta nueva solución energética. Es decir: se pueden seguir utilizando la mayoría de los coches, autobuses o camiones actuales, entre otros.
Los e-fuels permiten satisfacer las necesidades de autonomía sin repostajes intermedios en la larga distancia. Por ejemplo, para los camiones de transporte de largo recorrido o los aviones y barcos.
Además, la posibilidad de almacenar grandes cantidades de energía abre una vía para aprovechar al máximo la producción de generación renovable de carácter intermitente.
Los e-fuels podrían producirse en las cantidades necesarias para satisfacer la demanda sin estar limitados por sus materias primas.
Asimismo, la tecnología propuesta permite generar, en la misma instalación, otros productos descarbonizados que podrían sustituir al gas natural y el Gas Licuado del Petróleo (GLP), para la producción de materiales poliméricos y bases lubricantes.