Durante el curso, organizado por el Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi, en colaboración con la Diputación de Gipuzkoa, Mubil y el Ente Vasco de Energía, se abordó el papel del hidrógeno en la movilidad y la descarbonización. En este sentido, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, desgranó las directrices, ejes y objetivos de la Estrategia Vasca de Hidrógeno, organizada en dos etapas. Advertía de la necesidad de llegar a 2030, fin de la primera fase, con la puesta en marcha y aceleración de proyectos y pruebas piloto que, en una segunda fase, hasta 2050, madurarían como soluciones y se podrían desplegar.
Entre los proyectos contemplados en esa primera fase, se encuentra el Corredor Vasco de Hidrógeno, liderado por Repsol-Petronor. Al respecto, Arturo Fernández explicó la cadena logística del hidrógeno para ponerlo a disposición de un cliente de movilidad: proceso de producción, compresión, logística y dispensación, calculando la implicación de cada uno de ellos en el precio final del producto.
Entre las conclusiones del curso, destaca la necesidad de trabajar desde todas las instancias para convertir la oportunidad en realidad, impulsada por un indispensable apoyo institucional.