Juan Diego ha comenzado su intervención con una pregunta, en un contexto en el que el precio de la energía es una preocupación ciudadana primordial: “¿Qué puede hacer un ayuntamiento para que sus vecinos dispongan de energía limpia y económica al mismo tiempo que participan en una transición energética a escala ciudadana?”
En su opinión, “la respuesta es que tienen una gran oportunidad. Las necesidades de las personas, los recursos tecnológicos disponibles, la legislación y una clara apuesta de la Unión Europea por la descarbonización de la actividad económica y social, así como por una multiplicación de los puntos de generación de energía renovable, han situado a los ayuntamientos en el centro de la respuesta”. “En pocas ocasiones se ha realizado una apuesta por un proceso de transformación a escala europea que otorgue a los ayuntamientos la oportunidad de asumir un protagonismo tan relevante en el mismo”, ha enfatizado.
La Unión Europea considera que para culminar con éxito el proceso de transición energética, además de la tecnología y del mercado, se requiere de la implicación y participación de la ciudadanía en la misma. “Hablamos de la transición de las 3 ‘des’: descarbonización, descentralización y democratización del sistema energético”, ha recordado Diego.
En ese escenario, “entre otras vías, los ayuntamientos tienen ahora la oportunidad de obtener financiación para la inversión en instalaciones fotovoltaicas en cubiertas de edificios municipales con el fin de promover la creación de una Comunidad Energética Local participada por vecinos del municipio y, en su caso por pequeños comercios, que sea la que realice la inversión y disfrute de la energía generada”.
“El potencial transformador de una fórmula que combine las cubiertas de titularidad municipal, permitiendo ubicar en ellas instalaciones fotovoltaicas sin afecciones urbanísticas ni medioambientales (descentralización); la generación de energía limpia Kilómetro Cero en los propios municipios (descarbonización); y un liderazgo municipal que contribuya a una transición energética justa y universal con participación activa de la ciudadanía (democratización), puede llegar a ser enorme”, en palabras del CEO de Edinor.