Contados de uno en uno, hasta 59 se ha elevó el número de buitres que el otro día sobrevolaron en bandada la Refinería. El fenómeno no es nuevo, se repite con mayor o menor frecuencia, pero no es nada habitual que se reúnan tanto ejemplares. 59 buitres son muchos buitres.
Según los expertos estas aves proceden normalmente de la zona Carranza. No está claro por qué bajan al valle de Somorrostro, pero es evidente por qué se acercan a las instalaciones de refino. Los buitres identifican corrientes de aire caliente procedente de las chimeneas de la Refinería y, por razones de “eficiencia energética”, sobrevuelan en círculo sobre las propias emisiones, para aprovechar las corrientes ascendentes, coger así altura con el mínimo esfuerzo y planear de vuelta hacia su lugar de origen.
Todo un espectáculo.