Petronor inaugura hoy la Unidad de Reducción de Fueloil, la mayor apuesta industrial realizada en Euskadi hasta la fecha y que, además, garantizará la continuidad de la empresa en el futuro. La puesta en marcha ha supuesto una inversión de 1.006 millones de euros.
La puesta en marcha de la URF permite reducir a cero la producción de fueloil de Petronor y aumentar la de los productos más demandados por la sociedad. Así, transformarán la producción actual de fueloil (25% del proceso total de refino), que no tiene salida en el mercado, en más propano, butano, gasolina y gasoil. El producto final resultante, llamado coque de petróleo (que no hay que confundir con el de carbón, ni con el coque siderúrgico que proviene del carbón), se destinará a las cementeras como combustible. En la práctica, se valoriza el fueloil –que cada día tiene más restricciones de uso por las nuevas especificaciones medioambientales de los combustibles europeos– y se reducen los residuos en un 80%, lo que ya en sí mismo es una medida medioambiental de gran calado.
La planta de cogeneración
Una instalación específica a destacar dentro del proyecto general de URF es la unidad de cogeneración de alta eficiencia energética que, con una inversión de 58 millones de euros, reducirá las emisiones de CO2 y favorecerá el cumplimiento del protocolo de Kioto por parte de la Comunidad Autónoma del País Vasco.
Esta unidad de cogeneración permite a Petronor elevar su producción de electricidad a 100 megawatios por hora, equivalente al 3,9% de la producción eléctrica del País Vasco y similar al 25% de cuanto generaba la central nuclear de Garoña.
Con la puesta en marcha de esta unidad de cogeneración Petronor es más que autosuficiente en electricidad. De hecho la demanda interna ronda el 70% de la producción, por lo que Petronor vuelca a la red el 30% de su producción eléctrica y le permite obtener unos ingresos anuales del orden de 6 millones de euros.
Medidas medioambientales
Paralelamente a la construcción del proyecto de URF, la refinería de Petronor está inmersa en varios programas de mejora medioambiental, con una inversión conjunta de 156 millones de euros, entre los que destacan por su relevancia dos de ellos en particular.
La URF permitirá sacar del mercado más de un millón y medio de toneladas de fueloil, lo que supondrá reducir las emisiones de SO2 en los puntos de consumo en 160.000 toneladas anuales. Todo ello redundará en la reducción de los niveles de inmisión de fondo, como viene sucediendo en los últimos veinte años en la comarca del Gran Bilbao y Margen Izquierda.
Por otro lado, Petronor desarrolla un plan para ahorrar 99.000 toneladas de combustible al año y una reducción de casi 442.000 toneladas de C02 anuales. Una reducción equivalente a la que se conseguiría con la plantación arbórea de 125.000 hectáreas, es decir, tanto como el 46% de la superficie de toda Bizkaia.
Por otro, el proyecto incluye una planta Depuradora de Agua de Refinería (DAR) que, con una inversión de 25 millones de euros en los últimos cinco años, es probablemente la planta de tratamiento de aguas industriales de mayor capacidad de Euskadi.
El objetivo no es otro que la consecución de aguas en las mejores condiciones de calidad tanto para su recirculación como para, en su caso, evacuación al mar. Se trata de una instalación de la que Petronor se siente particularmente orgullosa, no en vano se enfrenta al reto de cumplir con los niveles de calidad de agua de vertido más restrictivos y exigentes del Estado.
Acerca de Petronor
Petronor, con un potencial productivo de 11.000.000 t/año, es la mayor refinería de España, y exporta algo más de un tercio de su producción. Ocupa a 928 trabajadores de plantilla y tiene un empleo inducido de 6.200 personas. El flujo de tráfico generado por Petronor representa más del 40% del movimiento del Puerto de Bilbao. En los últimos cinco años ha contemplado unas inversiones de 1.006 millones de euros.
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