Petronor alcanzó en 1979 su máxima capacidad, 12 millones de toneladas/año de petróleo, que es la que mantiene actualmente. Es decir, no ha aumentado la capacidad de producción sino la eficiencia energética y el mayor valor añadido de sus productos.
En 1990, la entrada de Repsol y Kutxabank (BBK) en el accionariado de Petronor SA posibilitó, por un lado, la incorporación de nuevas tecnologías y, por otro, una mayor capacidad de financiación.
La construcción de la Unidad de Reducción de Fuel Óleo, en 2011, con una inversión de más de mil millones de euros (la mayor inversión industrial de Euskadi) garantizó el futuro inmediato de Petronor. Gracias a la apuesta industrial de Repsol, la refinería de Muskiz es más sostenible, fabrica combustibles y energía eléctrica con las mejores tecnologías disponibles –como así lo ha reconocido el Banco Europeo de Inversiones—y ha evitado seguir la senda de las 26 refinerías que han desaparecido en Europa desde 2012.
De 2010 a 2016 Petronor contribuyó a las arcas municipales de Muskiz con más de 32 millones de euros y, solo en 2016, la aportación de Petronor a la Hacienda Foral fue de 674 millones de euros, el 10,03% de toda la recaudación neta de Bizkaia.
En 2017 se ha creado Petronor Innovación filial dirigida a sentar las bases del Petronor del futuro, la ejecución de proyectos de I+D+i y la materialización de su nueva visión y estrategia, que no es otra que pasar de ser una refinería a una empresa multienergética, con el foco en la movilidad eléctrica, las microrredes y la generación distribuida.
1968-2018, cincuenta años de energía.
Zorionak eta urte berri on.