La reducción del consumo del agua potable suministrada por el Consorcio de Aguas pasa por encontrar nuevas fuentes alternativas de alimentación de agua y, en este sentido, se han estudiado dos opciones: captación del agua del río Barbadún o toma desde pozos de sondeo.
La primera opción requería la toma de agua, el bombeo, la conducción y su tratamiento en la llegada a refinería para su utilización industrial. La complejidad del proyecto y la no garantía del servicio en época de sequía dificultan esta fuente de suministro.
Paralelamente, adquiere cada vez más visos de posibilidad la opción de la captación de agua de los pozos de sondeos. Tras la obtención de las autorizaciones pertinentes, se han realizado ya varias catas con resultados que podrían permitir un futuro abastecimiento. Se trata ahora de realizar el correspondiente proyecto de ingeniería y solicitar el necesario permiso de explotación.
Reducción del consumo del agua
No se trata solo de disminuir la demanda de agua potable, sino, también, de reducir el propio consumo en proceso, que pasa, entre otras medidas, por reducir las necesidades de generación de vapor tras mejoras en eficiencia energética. Tal es el caso, por ejemplo, de la inversión en 2017 de 28 millones de euros en la renovación de dos compresores que han supuesto una reducción de 600.000 m3 de agua al año.
También se han conseguido grandes avances en el aumento de recuperación de agua. La planta de depuración, con inversión anual de 3 millones en los últimos diez años, es un factor clave para optimizar al máximo la capacidad de recuperación. Otra buena prueba de este demostrado interés de aprovechamiento y recuperación de aguas es la construcción de un tanque denominado “Tanque Tormenta”, que recoge el agua de lluvia.
El resumen del “Mapa del Agua” concluye que Petronor reutiliza el 30% del agua que consume, el 36% sale como vapor de agua a la atmósfera y el 33%, una vez debidamente depurada, se vierte por emisario submarino al mar.