La preparación frente a una epidemia es una responsabilidad compartida por toda la sociedad y es necesario que las empresas que forman parte de los llamados sectores “esenciales” adopten medidas extraordinarias para asegurar la continuidad del negocio, por la necesidad de garantizar el mantenimiento y la operatividad de las “infraestructuras estratégicas” para el funcionamiento normal de las actividades del país.
En este momento la refinería está en Nivel 1 de alerta, sin tener ningún caso confirmado, ni sospechoso. Pero Petronor ha elaborado y aprobado un Plan de Continuidad de negocio, coordinado por un comité de emergencia, y ha establecido unos indicadores de evolución de la epidemia, además de identificar las actividades críticas para la continuidad operativa, entre otras medidas.
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