López Atxurra: “No hay transición sin fortaleza tecno industrial”

Emiliano López Atxurra, hoy.
“La transición energética es la idea fuerza de un proyecto de transformación tecno industrial y un medio para hacer viable la seguridad de la energía en Europa. En el ámbito más doméstico es la manera de consolidar la fortaleza energética con bases tecno industriales y garantizar la posición del Estado en la soberanía energética europea”,  ha afirmado hoy Emiliano López Atxurra, presidente de Petronor, en la clausura de los ciclos de encuentros ‘Transición Energética y urbana. Movilidad Sostenible e Inteligente’, organizados por Deusto Business School y la Fundación Repsol, ayer y hoy de forma telemática.  

Durante su intervención, López Atxurra ha hablado sobre el papel del sistema urbano en la transición energética. En este sentido ha comentado que  “la transición energética es consecuencia de la revolución tecnológica e industrial en la que estamos inmersos. Una revolución que tiene un impacto significativo en el proceso de urbanización del planeta”.

Además, ha asegurado que  “no hay transición sin fortaleza tecno industrial. Y no hay visos de que esta cuestión esté de manera seria en la agenda pública. Hablemos de una vez con sinceridad porque es la única manera de abordar el desafío del Estado en la Unión Energética Europea y en consecuencia, de su fortaleza tecno industrial. Esto es aplicable con más razón para Euskadi, porque es una región con perspectiva transfronteriza y su historia energética es la historia energética de España”.

El presidente de Petronor ha subrayado también que la transición energética conlleva la vuelta al protagonismo energético del sistema urbano y de las ciudades, “alma y escenario donde se desarrolla el guion de la transición energética”,  y ha citado expresamente a Bilbao como modelo de referencia europea.

Desde esta consideración, la movilidad sostenible y conectada, la generación distribuida, la eficiencia energética… asegura “son los pilares de la transición”,  que no será posible  “sin abordar en su globalidad el marco regulatorio vigente que responde al viejo mundo energético”.