La refinería, comprometida con una exigente gestión integral de este recurso natural, reutiliza agua depurada de su planta propia de tratamiento en distintas partes del proceso, como en las torres de refrigeración, red contraincendios o sistema de agua de planta. Asimismo, recircula otras calidades de agua de proceso, como el agua efluente de unidades de strippado, en el proceso de desalado de los crudos que entran como materia prima.
El control de aportaciones a la planta depuradora, que, tanto en condiciones de parada o marcha normal está integrado en los métodos de trabajo de la refinería, permite la estabilidad necesaria en el proceso, para la reutilización de un máximo de agua. Los grupos de trabajo multidisciplinares han permitido ir mejorando el control de calidad de las aguas de proceso, así como ir incorporando a la reutilización cada vez más corrientes.
Otra de las líneas de trabajo que se está desarrollando en la refinería, relacionada con la minimización del consumo de agua fresca, apunta a la búsqueda de fuentes alternativas de suministro mediante la reutilización de aguas procedentes de otras actividades, como, por ejemplo, el aprovechamiento de rechazos de depuradoras de aguas urbanas, que ya, en diferentes sectores industriales, se presenta como una alternativa para asegurar un suministro sostenible en un entorno de Economía Circular. Estos trabajos se encuadran en el proyecto Water Zero, centrado en la minimización de uso de agua fresca (destinada a uso humano).