A consecuencia de los efectos de la crisis iniciada en 2008 y del constante deterioro de los resultados de la cuenta de explotación en los años siguientes, a finales de 2013 se diseñó un plan para la mejora de la competitividad intentando maximizar la eficiencia a través de las mejoras operativas en los procesos y de la contención de los gastos. Este plan se denominó Petronor Barrria y se focalizó en seis ejes: el cambio cultural, la optimización de los procesos, el incremento de la disponibilidad de las instalaciones, la eficiencia energética, la proactividad en seguridad y medio ambiente y la mejora de la precaria situación económico-financiera.
Sus resultados se han evidenciado en la mejora del resultado de explotación de 2014 en casi 100 millones de euros y han impactado de manera clave en nuestra cultura empresarial, poniendo de manifiesto la necesidad de cuestionar la forma de ver las cosas y de actuar en la organización.
A pesar de la sustancial mejora, el resultado neto de PETRONOR en 2014 se ha situado en -65,5 millones de euros por el efecto de las pérdidas patrimoniales de casi 132 millones, a raíz de la caída de más del 50% del precio del crudo en el segundo semestre del año. Su cotización al cierre se ha situado en el entorno de 55 $/bbl, nivel mínimo de los últimos seis años. Con todo, este resultado negativo de 65,5 millones de euros mejora en 25% los 87,5 negativos de 2013.
El ejercicio de 2014 ha estado marcado por el efecto en los precios y en los márgenes de los distintos acontecimientos geopolíticos acaecidos y por la evolución de las expectativas de crecimiento económico a lo largo del año. En este último año se pueden diferenciar dos semestres, el primero de relativa estabilidad en los precios y en la cotización del dólar y el segundo marcado por la caída incontrolada del precio de los productos y por la fortaleza de la moneda americana.
Este desplome se fundamenta en el exceso de oferta, originado por una mayor producción de crudos no convencionales, y en la caída en la demanda consecuencia del estancamiento en el crecimiento de la Zona Euro y la desaceleración en los países latinoamericanos y asiáticos.
El margen de refino en Europa sigue sufriendo las consecuencias del exceso de capacidad de refino instalada, si bien, consecuencia de la caída del precio de la materia prima, mejoró en algo más de 1,5 $/bbl respecto a 2013.
Nuestra actividad se incrementó sustancialmente respecto del año anterior, consecuencia de la alta disponibilidad y del cambio en la dieta de los crudos procesados. El proceso se ha situado en casi 10,0 millones de toneladas de crudo y otras materias primas, lo que supone un incremento del 14% con respecto a los 8,7 millones de toneladas procesadas el año anterior.
En estos momentos especialmente difíciles, la sostenibilidad de nuestra actividad debe de ser el principal reto. La seguridad de las personas y de las instalaciones, el medio ambiente y la consideración de las expectativas generadas en nuestro entorno deben guiar los principios en los que han de estar sustentadas nuestras decisiones.
Bilbao, 17 de junio de 2015
*Cuadros de cifras en los documentos adjuntos (PDF y DOC)