El presidente de Petronor ha asegurado que la polémica sobre “el diésel está enturbiando el debate de fondo”. A su juicio “el foco tiene que ponerse en la reducción de las emisiones, la huella real de carbono en la cadena de valor de la energía y la movilidad en sus diferentes formas, la neutralidad tecnológica necesaria y el compromiso de consolidad la industria europea”.
Respecto a la movilidad, dentro de un proceso de urbanización acelerada, López Atxurra ha subrayado que “está aflorando la urgente necesidad de abordar la planificación y gestión de los sistemas urbanos en términos sostenibles” y, de cara a un futuro a medio plazo, ha denunciado “la contradicción de un sistema urbano y de infraestructuras planificado y gestionado conforme al mundo analógico”, además de indicar que el gran desafío no es otro que “planificar y gestionar políticas territoriales y urbanas adecuadas a un mundo diferente y digital”.
López Atxurra ha criticado la “falta de estrategia nacional con respecto al desafío tecno-industrial” y ha reivindicado un pacto de Estado que establezca “las condiciones para que seamos actores del renacimiento tecnológico e industrial europeo. El futuro se construye, no se predica”.
El presidente de Petronor considera la transición energética como una oportunidad para lograr tres objetivos estratégicos: 1. Recuperar el peso de la Unión Europea en una sociedad internacional en transformación. 2. Situar el desafío tecnológico e industrial en el corazón del proyecto europeo y evitar el riesgo real del declive de Europa frente a otras geografías económicas. Y 3, Abordar la ineludible Unión Energética Europea por que, sin ella, no habrá transición energética.