Culebra de collar, ágil nadadora

La culebra de collar, (Natrix natrix) es mucho más terrestre que su hermana la culebra viperina, pero no por ello deja de ser una excelente buceadora capaz de permanecer sin respirar más de 30 minutos. Precisamente el género al que perteneciente, "Natrix" significa nadadora.




Habitante de los campos y humedales de las marismas de Petronor y de los arroyos que aportan agua al Barbadun, la culebra de collar, es uno de los ofidios más grandes de cuantos viven en Euskadi, ya que las hembras viejas que acostumbran a abandonar el agua para llevar una vida terrestre y solitaria, llegan a alcanzar los 2 metros de longitud alimentándose casi exclusivamente de grandes sapos. Pero a pesar de su imponente aspecto, son completamente inofensivas.

Este ofidio está capacitado para vivir con independencia del medio acuático, lo que le permite ocupar una gran variedad de hábitats, que van desde campiñas y bosques caducifolios, hasta zonas cultivadas, humedales y vegetación arbustiva que crece en las orillas de los arroyos, manantiales y lagunas.

Capaz de alcanzar los 2 metros de longitud, aunque lo normales que mida entre 75 y 120 centímetros, la culebra de collar puede definirse como una serpiente terrícola y acuática, ágil y veloz en ambos medios. Su carácter es diurno y crepuscular, si bien durante los días cálidos del verano no resulta extraño encontrarla activa por la noche. Entonces se desplaza en busca de alimento basado en ranas, tritones y peces, aunque las grandes hembras, cazan también enormes sapos comunes, polluelos de aves, lagartijas y luciones. Los ejemplares jóvenes en cambio se nutren de insectos, renacuajos y larvas de tritones. La forma de comerse a las ranas y sapos es por los "glúteos", a diferencia de las salamandras que las engullen por la cabeza.

Cuando caza en tierra se guía fundamentalmente por la vista para localizar a sus víctimas, mientras que en el agua utiliza estímulos químicos.

Preferentemente caza a primera hora o a media mañana y durante la segunda mitad de la tarde, tanto si se desplaza por tierra como por el agua. En las horas de máximo calor, acostumbra a enroscarse a la sombra de viejos troncos y arbustos que se encuentra junto a la orilla del agua. Se muestra activa siempre que su temperatura corporal esté como mínimo, a 14 ºC y no supere los 33 ºC. Su máxima actividad la despliega entre los 22-30 ºC.

Entre 7 y 70 huevos

Hacia mediados de abril las culebras de collar entran en celo y a mediados de mayo acontecen las cópulas, bien entre un macho y una hembra o bien, entre una o dos hembras y 5 o 7 machos que se enroscan todos formando un ovillo.

Las hembras suelen depositar sus huevos hacia el mes de junio o julio bajo el musgo, en las grietas de los muros de piedra seca o entre los montones de hojas secas y en descomposición de los bosques caducifolios. Este reptil pone gran cantidad de huevos, -entre 9 y 54-, si bien se han constatado puestas de hasta 105 que miden 1-2 x 2-4 cm y están recubiertos por una cáscara blanquecina lisa o ligeramente granulosa y viscosa.

Las crías tardan entre uno y dos meses en eclosionar, según las condiciones climatológicas, y al nacer su tamaño oscila entre los 17 y los 19 centímetros. Así para el mes de septiembre ya se encuentran buscando renacuajos y al cabo de un año, los machos miden entre 24 y 30 cm, frente a los 36-48 cm de las hembras. Estas crecen más rápidamente. De hecho, una hembra de 4 años mide entre 50 y 70 centímetros, frente a los 58-65 centímetros que mide un macho. También alcanzan más tarde la madurez sexual, entre los 4 y 5 años, frente a los 3 años de los machos.

natrix2Hacia finales de octubre estas culebras se retiran a sus refugios invernales para pasar los meses fríos. Las grandes hembras hibernan solas en profundas galerías de roedores, mientras que los ejemplares más jóvenes a menudo lo hacen en pequeños grupos de dos o tres ejemplares que se ocultan entre las raíces de los árboles y bajo grandes piedras.

Peligrosidad

La culebra de agua es un animal completamente inofensivo para el hombre, del que huye de inmediato en cuanto advierte su presencia. Nada agresiva, si se siente en peligro recurre a la curiosa táctica de hacerse la muerta, colocándose con el vientre hacia arriba, la boca medio abierta con la lengua fuera y las pupilas vueltas hacia abajo. A veces incluso deja caer unas gotitas de sangre por su boca. Es incluso capaz de introducir aire en su vientre con los músculos completamente relajados, dando la sensación de que ha dejado de respirar, cuando en realidad puede hacerlo sin mover un músculo. Si es cogida con la mano desprende, al igual que la culebra viperina, secreciones anales fétidas y heces.

La culebra de collar, así llamada porque los jóvenes y frecuentemente los subadultos, y a veces también los adultos, presentan entre el cuello y la base de la nuca dos vistosas manchas claras transversales -una por cada parte- y otras dos motas semilunares oscuras por detrás, a los lados del cuello, es una serpiente bastante grande, provista de un cuerpo robusto cuando es adulta. Su cabeza, bien definida y bastante grande, tiene un hocico ancho y redondeado. Sus ojos, muy desarrollados pero poco salientes, tienen la pupila redondeada y el iris negro o pardo rojizo. El cuello es delgado y la cola bastante corta, pues representa aproximadamente la quinta parte de su longitud total, que oscila entre 100 ó 120 cm y los 2 metros. Su coloración es muy variable. Generalmente el cuerpo es gris oliva, pardo verdoso o incluso gris verdoso, con diversas manchas oscuras o líneas negras dispersas por todo él.

CURIOSIDADES

natrix3Los ejemplares adultos, y entre ellos especialmente las hembras de mayor tamaño adoptan una postura defensiva que imita a las víboras. Al igual que la culebra viperina (Natrix maura), la culebra de collar intenta intimidar a su adversario enroscando su cuerpo, emitiendo unos bufidos sonoros e incluso llegando a golpear con la cabeza cerrada, haciendo el gesto de que se lanza a morder, pero con la boca cerrada. Es rarísima la ocasión en la que muerde. Esta costumbre ha provocado que numerosas personas la confundan con una víbora y la eliminen sin piedad. Por este motivo son cada vez más raros los ejemplares de gran tamaño.