Conferencia de Andreu Puñet en la presentación del libro “PETRONOR: un estudio histórico-sociológico de la influencia de la refinería en los municipios de su entorno”

Buenos días:

Presentamos hoy aquí el ensayo titulado “PETRONOR: un estudio histórico-sociológico de la influencia de la refinería en los municipios de su entorno”. Un trabajo iniciado hace ya seis años a instancias de Manu de la Sen, consejero delegado de Petronor en 2008.

Se trata de un trabajo de investigación y recopilación realizado por el sociólogo Jon Leonardo, con la colaboración de los profesores Ángel Hormaechea y Carlos Alvarado, donde se recogen los cambios socioeconómicos experimentados en el Valle de Somorrostro, a partir de la puesta en marcha de la Refinería de Petronor, en 1972. Un estudio patrocinado por Petronor, con la única pretensión de conseguir una síntesis de la historia de esta comarca, utilizando como hilo conductor la interrelación entre el desarrollo social y la actividad productiva.

El estudio  recoge los cambios que la sociedad ha protagonizado, destacando la evolución y el paso de una población dedicada principalmente al sector primario, a una estructura económica propia de la sociedad industrial.

Petronor es, igualmente, fruto de ese devenir histórico. De la misma manera que el resto de industrias que se ubicaron en los polos de desarrollo del Bajo Nervión y Zona Minera, también Petronor buscaba satisfacer la demanda social de sus productos y proveerse de mano de obra cualificada. Para esto necesitaba personas formadas y con cultura industrial, y en la zona minera encontró tanto la ubicación adecuada como el entorno social apropiado, tras cien años de dedicación a la extracción de mineral.

Desde que arrancara la producción en 1972, la Refinería  ha evolucionado para satisfacer las demandas de la sociedad consumidora y cumplir –y superar– la más estricta legislación medioambiental que los reguladores establecen para este sector industrial. La evolución de la sociedad es reflejo del desarrollo económico de la comarca y la refinería es también el resultado de esa evolución.

Quiero agradecer, en primer lugar, al autor Jon Leonardo y a sus dos estrechos colaboradores, el historiador Ángel Hormaechea y el economista Carlos Alvarado, su aportación a la historia de la comarca y a la de Petronor.

Nuestro agradecimiento a los hombres y mujeres del entorno más cercano, como Manu de la Sen, Josi Arredondo, Marce Elorza, Kepa Fournier, Jesús Gurtubay, José María Gómez Ibarra, Gonzalo Riancho, Juanma Seco, Manu Tejada, Ángel Zuluaga, Carmelo Uriarte, Oihane Herrera, Angelines Diego y Pilar Dorrio, por sus testimonios personales que, sin duda, ofrecen a la obra un valor añadido impagable.

Destacar el testimonio de amigos como Manu, con su “lucha y compromiso” y testigo privilegiado de la historia de nuestro Petronor. Josito, con su “el pueblo tiene asumido que Petronor es indispensable”. Marce, con su “bendición” para el municipio la construcción del Superpuerto, pidiéndonos “sensibilidad laboral”, “nuestro tren es el mismo” y “aquí hay percebes”.

Si me permitís, me gustaría destacar una de las citas del Padre Jesús Gurtubay que parece, sin haberlo leído antes, nos haya servido de inspiración a la hora de potenciar nuestra relación con el entorno: “La empresa tiene que volcarse más en comunicar los avances. Que el pueblo vea. Y que pongan enlaces con la gente, que tengan vías de comunicación con ella para que a la hora de hacer alguna reivindicación sepan a dónde ir a hablar”. La polémica no siempre es negativa, porque como explica, “la plataforma ciudadana le sirve a Petronor de acicate para cumplir la normativa que tiene que cumplir. Es un inspector popular”. Lo que nadie puede perder de vista es que la industria, como todo, “tiene contraindicaciones. Cualquier medicina la tiene. Pero hay que mostrar las cosas útiles que se han hecho”.

Y, por supuesto, un agradecimiento extensible a la Universidad de Deusto, tanto por ofrecer al estudio el amparo de rigor y calidad que caracterizan a la institución, como por hacerlo accesible a todo el mundo a través de Internet.

Seguro que esta publicación se convertirá en un documento de consulta para investigadores futuros y para las personas que “leyendo este retrato” quieran conocer Meatzaldea, su ciudadanía y con ella a Petronor.

Y para nosotros servirá de “inspiración” para resintonizar nuestras actuaciones y conseguir uno de nuestros principales objetivos, que repito hasta la saciedad, y que consiste en ser buenos vecinos. Sin vuestro apoyo nuestro futuro es difícil.

Gracias a todos de todo corazón.