Los robles de Somorrostro y Muskiz

A pesar de ser uno de los árboles mas codiciados por su madera, todavía se puede ver en los bosques colindantes ala refinería de Petronor buenos ejemplares de robles comunes, también conocido con el nombre de robles pedunculados o haritz kankaduna (Quercus robur).




Se trata de un árbol longevo de hoja caduca, resistente, fuerte, de ramas robustas y raíces profundas.Cuando tiene un año de edad posee una raíz central relativamente desarrollada que puede llegar a penetrar a una profundidad de metro y medio en el suelo. A la edad de seis a ocho años, desarrolla unas raíces laterales y en su conjunto constituye un sistema radical penetrante y profundo. Su copa es amplia y regular y crece con tronco derecho y limpio sin ramificarse hasta los 15 metros.

La corteza del roble común es grisácea y bastante lisa en su primera edad, pero más tarde se resquebraja, formando grietas profundas, y se vuelve de color marrón. Sus ramas principales son flexuosas o casi rectas, mientras que las secundarias son sinuosas fuertes y nudosas (el nudoso roble, que describía Shakespeare).

Sus yemas, pardo rojizas, nacen en grupos apicales. Son cortas, obtusas, aovadas, angulosas y con escamas lampiñas en el dorso y algo pestañosas en el ápice. Las hojas son simples, alternas y caducas. Poseen un limbo de entre cinco y doce centímetros de longitud y de cuatro a ocho centímetros de anchura, así como cuatro o cinco lóbulos redondeados a cada lado del nervio principal, más ensanchado en el tercio superior. Son acorazonadas, u oval-oblongas, y totalmente lampiñas en ambas caras, con el haz más verde que el envés, de consistencia coriácea y con un pecíolo cortísimo, que sólo mide entre dos y siete milímetros.

Una característica muy típica de esta especie es que la base del limbo termina en dos "orejitas". Las estípulas son muy pequeñas y estrechas, y se caen enseguida. El roble produce flores masculinas en largos amentos colgantes y lampiños, de tres a seis centímetros de longitud, que salen al mismo tiempo que las hojas. Estas flores tienen entre cinco y ocho estambres y un perigonio provisto de cinco a seis divisiones.

LAS FLORES

Bellotas

Las flores femeninas están dispuestas en dos o tres cabezuelas, que más tarde se transformarán en bellotas. Se encuentran insertadas en el extremo de un largo pedúnculo lampiño, entre las hojas superiores desarrolladas en el año, característica que diferencia al roble común del roble albar, especie con la que a menudo se confunde y que, sin embargo, no presenta dicho pedúnculo en sus bellotas. Las bellotas, insertas en un largo pedúnculo (de ahí el nombre de roble pedunculado con el que también se conoce al roble común), son aovadas y tienen un tamaño que oscila entre los doce y los 12 y los 35 milímetros de longitud. Se encuentran recubiertas, en su tercera parte, por una cúpula semiesférica de escamas parduscas y grisáceo-pubescentes. Son colgantes y se agrupan en racimos de cinco a siete unidades. Las bellotas contienen dos cotiledones amargos poco oleaginosos pero ricos en almidón.

El roble común o pedunculado se regenera por bellota y por retoños por su facilidad de rebrotar de cepa.

CAPAZ DE SUPERAR LOS 500 AÑOS DE VIDA

Es una especie de crecimiento lento que mide entre 25 y 30 metros de altura, pudiendo alcanzar los 45 metros. Su tronco tiene un perímetro de entre 4 y 7 metros, pudiendo llegar a los 10 metros. Su longevidad puede superar los 500 años. Su floración tiene lugar entre abril y mayo y sus frutos maduran entre septiembre y octubre. Generalmente vive en altitudes comprendidas entre los 200 y los 2.000 metros.

Requiere suelos húmedos, profundos y sueltos, y se desarrolla muy bien en los terrenos arcillosos y areno-arcillosos, que son medianamente compactos. En cambio soporta mal los suelos calizos. En el bosque de robles, a diferencia de los hayedos, hay muchas hierbas y bastante claridad. Para su desarrollo precisa unas precipitaciones anuales superiores a 600 mm -y estivales de más de 200 mm- y gran humedad ambiental. Resiste bien al frío y a las heladas invernales.

El roble común es originario de casi toda Europa, Norte de África, Cáucaso y Asia Menor, donde cubría grandes extensiones que hoy han pasado a ser, debido a su tala masiva, campos de cultivo. Sin embargo, todavía existen bosques centenarios en diversos países europeos, como en el sur de Inglaterra, donde pueden contemplarse ejemplares de quinientos años de edad.

EXCELENTE MADERA

Este árbol es sumamente popular en toda Europa, no sólo por su belleza, sino por las maravillosas cualidades de su madera, que es de excelente calidad, dura, pesada, de grano fino y de color pardo-amarillento, Por ello es y muy apreciada por ebanistas y carpinteros, ya que es particularmente duradera y resiste bien a las podredumbres. En ella se aprecian muy bien los anillos anuales de crecimiento.

OLYMPUS DIGITAL CAMERADesde el punto de vista mecánico la madera del roble común posee excelentes cualidades, es resistente a la compresión y a la flexión, es medianamente ágil y elástica, y es resiliente.

Durante siglos ha sido muy apreciada como madera de construcción, de industria y de trabajo. Es verdaderamente una madera universal. Antaño era la principal madera de ebanistería, carpintería y construcción. Se la encuentra en los armazones de todas las catedrales desde la época gótica, donde se ha comportado admirablemente durante siglos. También se utilizaba para la fabricación de navíos (los bosques europeos están diezmados para aprovechar la madera sobre todo para buques, pues un solo navío requiere 2.000 troncos grandes. En Noruega se han hecho talas inmensas para buques).

Las calidades tiernas y de grano fino, dan maderas de ebanistería y son, a menudo, utilizadas como tableros finos chapados en el mueble. Las calidades duras se usan en la gran construcción, armazones de bóvedas, armazones especiales, construcciones navales, trabajos hidráulicos y marítimos, así como para carretería, fusiles, escopetas y pistolas. Las calidades inferiores se destinan a la carpintería común, a la construcción ordinaria (parquets), y para la construcción de traviesas para vías férreas. Las bellas piezas del pie de los árboles de copa regular dan piezas de corte que producen las hojas de chapeados tan apreciados en ebanistería. De ellas se obtienen también las duelas sin defectos exigidas por la tonelería. La corteza de roble encierra una fuerte proporción de taninos y se utiliza en la industria del curtido. La bellota es un pienso excelente para cerdos y para grandes y pequeños rumiantes. El roble común posee además numerosas variedades ornamentales: "fastigiata", "pendula", "nigra", "de hojas púrpuras", etc.

El roble ocupa un importante papel en la mitología y en las tradiciones populares, probablemente debido a que primitivamente fue una importante fuente alimentaria para el ser humano y su madera le era de una gran utilidad. Ello hizo que fuera venerado desde la remota antigüedad.

El roble era considerado sagrado en muchas culturas, por ejemplo para los griegos, los romanos y los celtas.

En Grecia y en Roma estaba consagrado a Zeus y Júpiter, mientras que para los celtas, los germanos y los eslavos, que adoraban a sus dioses en bosques, así como a árboles concretos, el roble representaba el principal árbol venerado. Asimismo se creía que el roble protegía frente a brujas y demonios, por lo que en diversas culturas sus ramas se colgaban en las puertas de las casas.

 

 

CURIOSIDADES

Hojas roble

También en la cultura vasca se rinde veneración a este árbol, que es el símbolo de la Casa de Juntas de Gernika. Bajo él se celebraban asambleas y también poseía un carácter sagrado y simbólico. De hecho, el logotipo oficial de la Diputación Foral de Bizkaia, es una hoja de roble. Ello demuestra la importancia que ha tenido el roble en la simbología de Euskadi.