Ratonero Común

En los campos y montes colindantes a la refinería de Petronor, se puede observar una intrépida rapaz en busca de alimento, se trata del ratonero común, o buscardo ratonero (Buteo buteo).




A diferencia de la gran mayoría de las rapaces europeas -salvo el buitre-, cuyas poblaciones han descendido alarmantemente en las últimas décadas, el ratonero se mantiene en unos índices aceptables en todo el continente europeo, tras una negra etapa en la que fue cruel e intensamente perseguido, por lo que se ha convertido en una de las rapaces más comunes. El hecho de ser un ave poco especializada, tanto en cuanto a la elección del alimento como en cuanto al hábitat, ha posibilitado que soporte, como ninguna otra, la presión del hombre, pero eso sí, resintiéndose con los nefastos efectos de los pesticidas, la destrucción de los bosques o la disminución de los animales silvestres que constituyen sus presas, tales como insectos, roedores, aves, anfibios y reptiles.

El ratonero común es una rapaz de tamaño medio -entre 0,6 y 1,3 kilogramos de peso y 51 a 61 cm de altura-, provista de un plumaje pardo muy similar al del milano real, con quien comparte el tamaño de sus tarsos, aunque, a diferencia de aquél presenta las alas anchas y de perfil poco abrupto y la cola con perfil redondeado.

A veces permanecen posados durante largo rato sobre una rama o roca prominente en lo alto de una ladera, desde la que pueden observar el terreno, a la espera de que aparezca alguna presa.

A finales de invierno tiene lugar su época de celo. Entonces las parejas se persiguen en rápidos vuelos y fulminantes picados y no comienzan la tarea de nidificación hasta transcurridas varias semanas.

Su nido forma una plataforma compuesta por ramas, cortezas y hojas verdes, que se asienta sobre la horquilla gruesa de algún árbol, a una altura siempre superior a los 5 metros.

Finalizado el cortejo y las cópulas, la hembra pone entre 2 y 3 huevos -a veces hasta 5- de color verde muy claro con motas pardas más o menos intensas.

La hembra es la que se encarga principalmente de incubar los huevos durante un periodo de aproximadamente un mes.

Al igual que sucede con el resto de las rapaces, los polluelos van naciendo escalonadamente. Durante sus primeros días de vida, es el macho quien se encarga de llevar el alimento al nido para que la hembra alimente a los polluelos, tras despedazar a la presa. Hasta que las crías no son capaces de alimentarse por sí mismas, la madre no abandona el nido.

Transcurridos entre 42 y 44 días de la eclosión de los huevos, los jóvenes, completamente emplumados, abandonan el nido y llevan a cabo sus primeros vuelos. Todavía durante unas semanas más siguen siendo alimentados por sus padres y permanecen cerca del nido, hasta que finalmente se dispersan y acuden en busca de un territorio de caza.

CURIOSIDADES

ratonero2Para capturar a sus presas, los ratoneros acostumbran a planear a poca altura sobre pastizales y terrenos despejados o provistos de arbustos poco densos, con el fin de sorprenderlas. Al igual que el cernícalo, puede detenerse en el aire batiendo las alas al compás del viento para observar detenidamente cualquier movimiento de la vegetación que considere que ha sido producido por algún ser vivo.